Las multitudes dolientes no me conmueven gran cosa. No más que las multitudes entusiastas.
Es normal que los personajes famosos digan tonterías, y si no es normal por lo menos es frecuente, sobre todo los que son clasificados como intelectuales.
(Apareció como“¿Puede México ser Colombia? Narcotráfico, violencia y Estado”, Nueva Sociedad, n.220, marzo-abril 2009) nueva sociedad 1. Colombianización Desde hace dos o tres décadas Colombia es más que un caso ejemplar, casi un concepto. Es imposible decir qué significa concretamente, […]
En su “Libro de todas las cosas y otras muchas más”, Quevedo ofrecía “secretos espantosos y formidables” para obrar maravillas.
El derrocamiento del presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez, es un episodio confuso, que ha pasado sin pena ni gloria,
Lo más triste que hay en la discusión sobre los derechos humanos en Cuba es que siga en el mismo punto, exactamente el mismo, que hace diez, quince o veinte años.
Leo en el periódico una noticia un poco confusa sobre desórdenes urbanos en Argentina.
En mucho, el desencanto de los últimos tiempos es consecuencia del optimismo con que se quiso presentar la transición política del fin de siglo.
“Es tan fácil matar una o dos personas. Principalmente si no tienes motivo para hacerlo”.
Entre nosotros no se puede dar mucho crédito a las estadísticas: en general, representan sólo una parte de la realidad, la que de algún modo y por alguna razón pasa a través de las redes institucionales.